YA NO TENDRÁS EXCUSA.
>> 14 mayo 2011
En esta vida, todos tenemos un papel. Un papel que se construye a base de diferentes roles que nos van adjudicando, que varían en función del contexto y condicionan nuestras acciones. Y no, no me refiero a nuestro papel en la sociedad del espectáculo de la que hablaba Guy Debord. Os hablo de algo mucho menos filosófico, pero no por eso menos atormentador.
Se trata de algo tan cotidiano como peligroso: los favores. Favores para unos, "marrones" para otros. En realitat, llamarlo de una manera o otra depende de si eres el sujeto A o B. El A es el que necesita la ayuda y la solicita como favor. El sujeto B es la víctima que pretende autoconvencerse de que se trata de un favor...pero que acaba pringando al tener un duro trabajo por hacer. Trabajo, sí.
Podéis discrepar, pero antes de nada, os expongo mi testimonio. Entre los favores de mi vida encontramos algunos como: estar hasta las 4 de la mañana haciendo un trabajo, escribir mensajes de amor (sin ser ni la enamorada ni el enamorado), hacer muchos kilómetros, manufacturar regalos de cumpleaños para alguien que no conocía, estar 5 horas de pie dejando que una chica que no conocía me pintara la espalda, ir a comprar un monopatín cruzando media Roma bajo una lluvia torrencial (y no, una vez más no era yo quien regalaba)...y tantas otras cosas curiosas.
Se trata de algo tan cotidiano como peligroso: los favores. Favores para unos, "marrones" para otros. En realitat, llamarlo de una manera o otra depende de si eres el sujeto A o B. El A es el que necesita la ayuda y la solicita como favor. El sujeto B es la víctima que pretende autoconvencerse de que se trata de un favor...pero que acaba pringando al tener un duro trabajo por hacer. Trabajo, sí.
Podéis discrepar, pero antes de nada, os expongo mi testimonio. Entre los favores de mi vida encontramos algunos como: estar hasta las 4 de la mañana haciendo un trabajo, escribir mensajes de amor (sin ser ni la enamorada ni el enamorado), hacer muchos kilómetros, manufacturar regalos de cumpleaños para alguien que no conocía, estar 5 horas de pie dejando que una chica que no conocía me pintara la espalda, ir a comprar un monopatín cruzando media Roma bajo una lluvia torrencial (y no, una vez más no era yo quien regalaba)...y tantas otras cosas curiosas.
Llegados a este punto, os presento mi idea: ¿por qué no dejarse de protocolos y tener el coraje de hablar claro desde un principio? De esta manera los dos sujetos sí que podrían hablar de favor y, todos, os lo aseguro, seríamos mucho más felices (y comer mariscada todos los domingos). Todo esto podría convertirse en un negocio que presentaría de la siguiente manera:
- Eslogan: Ya no tendrás excusa.
- Texto: "¿Cansado de no recordar los días especiales hasta el momento antes? ¿de decir que no has tenido tiempo/que tenias mucho trabajo? ¿de encontrarlo todo cerrado? ¿frustrado por no saber qué regalar? ¿aburrido de decir que a ti no se te ocurren cosas originales? ¿Cansado de poner excusas y más excusas? ESPABILA. YA PENSAMOS NOSOTROS POR TI".
G.Catulo.
0 comentarios:
Publicar un comentario